Un día…
Mirando la lejanía,
Sintiendo mi alma vacía
Marchita y dolida
Las libres aves yo veía.
Y liberaba mi verso
Del dolor preso,
Junto con ellas
Sin limites ni barreras;
Detrás se fue mi canto
Y con él, mi alma, corazón y llanto.
Sin pensar llegué
A los dulces recuerdos del ayer
En los que tanto te amé
Por encima del mal y del bien.
Frío y calculador, me abandonaste
atrás ni siquiera miraste
Ingenua me quedé a esperarte,
Pero jamás llegaste.
Fué un día…
Triste y nublado
Tu ya no estabas a mi lado,
Yo creí haberte olvidado
Y de mi corazón haberte borrado.
Un día te amé
Otro te perdí,
Otro te lloré.
Un día te olvide
Otro te recordé.
Pero hoy, este día
Será mi último adiós,
Te enterraré, donde se entierra
lo muerto y lo perdido,
por siempre, mas allá
del eterno olvido.